Bicentenarios

 

la actualidad de los bicentenarios

España consolida su papel relevante en Latinoamérica

Trinidad Jiménez destaca los avances de la diplomacia española en la política y la economía de la región

El País, Madrid, 28 de enero de 2008

(Iban Campo - Santo Domingo.) La reunión de embajadores de España en América Latina y el Caribe, celebrada el jueves y viernes de la pasada semana en Santo Domingo (República Dominicana) y presidida por la secretaria de Estado para Iberoamérica, Trinidad Jiménez, concluyó con una evaluación general y futuros retos. Poco antes de celebrar la última sesión de debates en un hotel de la capital dominicana, Jiménez dijo que «han mejorado mucho los mecanismos de interlocución y de coordinación de nuestra acción» en la zona. Sin embargo, «hay que relanzar las cumbres y conseguir la adhesión de los ciudadanos iberoamericanos, acabar con la desigualdad y la exclusión social, y lograr y consolidar una relación de simetría entre España y América Latina».

Un año después de su primer encuentro, los embajadores de España en América Latina y el Caribe se reunieron en una misma sala con la secretaria de Estado para Iberoamérica, Trinidad Jiménez y varios directores generales la Administración. De nuevo, la cita fue en Santo Domingo, la capital de República Dominicana, ciudad a la que piensan declarar sede permanente de estos encuentros «mientras esté en el cargo», según palabras de Trinidad Jiménez a EL PAÍS.

En febrero de 2007, el ministro de Exteriores español, Miguel Ángel Moratinos, acudió a la cita para pedir a los representantes diplomáticos españoles en «una región prioritaria» un esfuerzo extraordinario para profundizar en el conocimiento de las nuevas realidades del área y presentar ideas innovadoras con el fin de tener una mayor capacidad de influencia. Casi 12 meses después, Trinidad Jiménez se siente feliz con el equipo de embajadores que España tiene en la región. La profundidad que ha habido en las sesiones, según cuenta la responsable para Iberoamérica, le permiten afirmar que comparten «la intensidad de la realidad política e intereses económicos de la zona».

Más allá de esto, afirma que España «es, cada día más, un actor de extraordinaria relevancia en la región», lo que genera una «gran densidad» en términos de presencia y acción, «y eso puede llevar a fricciones. Para superarlas estamos en constante estudio de modelos e instrumentos de comunicación». El conflicto con Venezuela a raíz del «¿por qué no te callas?» del rey Juan Carlos al presidente venezolano, Hugo Chávez, durante la cumbre de Chile, salió a colación. «Las relaciones se enfriaron, pero estamos en vías de superar lo ocurrido y de normalizarlas. No hay motivos para la preocupación», dice Jiménez.

Los embajadores españoles tuvieron ocasión de dirigirse al jardín del hotel El Embajador, asimismo sede repetida, para recargar las pilas. Algunos con sus trajes formales. Otros, con vestimenta más caribeña. Casi todos, con el mismo semblante de cansancio que mostraba la secretaria de Estado, lo que no es obstáculo para expresar la satisfacción que siente cuando enumera los logros de un año. «Diría que el primero es la consolidación y formalización de las relaciones institucionales. La Secretaría de Estado para Iberoamérica ya es un referente y no hay dudas sobre ella». A continuación, citó la coordinación a la hora de trabajar en materia de cooperación, cultura, economía y diálogo político. Un tercero tiene que ver con el acompañamiento más preciso a las empresas con inversiones o interés por invertir en América Latina. «La evaluación que hago es que se han mejorado mucho los mecanismos de interlocución y de coordinación de nuestra acción».

A los tres logros les siguen tres retos, que a priori marcarán la agenda de este 2008. Por un lado, el relanzamiento de las cumbres iberoamericanas y la adhesión de los ciudadanos a ellas. Luego, señaló la necesidad de, mediante la cooperación, acabar con la desigualdad y la exclusión social en la región, «para hacer de América Latina una potencia mundial». Y como colofón, conseguir y consolidar una relación de simetría entre España y América Latina, «a pesar de nuestras diferencias, algo que se puede lograr con una comunicación mutua de relevancia y con relaciones de respeto».

Las herramientas básicas para esta tarea son dos. Por un lado, la ventaja de tener una identidad común. Por el otro, la cooperación, que genera instrumentos al servicio de las sociedades y de la política exterior. «Aportamos 1.200 millones de euros en este capítulo y somos el primer país con presencia en la región», recalcó Jiménez.

La idea es seguir siéndolo, y aprovechar la conmemoración de los bicentenarios de independencia de América «para afincar las relaciones de verdaderos aliados». Y consolidar las cumbres iberoamericanas como escenario para «pensar nuestro futuro en común».

 

 
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